El análisis de comportamiento reconoce situaciones peligrosas al detectar posturas humanas específicas. Por ejemplo: los brazos alzados de un cajero o una persona agachada cerca de un cajero automático. Con base en el análisis de comportamiento, el detector de tirador activo detecta a un pistolero en potencia en tiempo real. Las alertas rápidas a las primeras respuestas minimizan el riesgo para los individuos, grupos e instalaciones.